29 de octubre de 2012

DON’T YOU KNOW ME?: Capítulo 4



04

-Bueno, si sigue frecuentando más sus terapias pronto tendremos buenos resultados –les  dijo el médico a las Donovan cuando estaban por salir de su consultorio, al finalizar la terapia.

-Eso esperamos Dr. Denzell, solo queremos que mi mamá pueda, algún día volver a caminar –acotó Chanel.

-Nos vemos dentro de un mes Dr., gracias por todo –le agradeció Mariana.


Chanel, Mariana y su madre salieron muy contentas de la  terapia, su mamá estaba progresando cada vez que asistía y eso le hacía ver a Mariana que debía esforzarse más por obtener el dinero necesario y no dejar que Liam les diera dinero como esa vez.  Como era período escolar, las ventas en la librería subieron, gracias al ingenio de Mariana de incorporar libros para toda clase de grados y carreras y no dejar la librería solo en libros de lectura clásica y novelas contemporáneas.

Mariana estaba acomodando la nueva mercancía en los estantes. Los libros que tenían poca demanda comenzó a subirlos en lo más alto de los estantes. Consiguió una gran escalera y la hizo reposar en el estante para subirse hasta el tope y guardar una colección de libros muy antigua allí, la escalera tambaleó un poco cuando comenzó a subirse pero pudo estabilizarla, claro, era más seguro que alguien la estuviera sosteniendo por si acaso. La campana de la puerta avisó que alguien había entrado a la librería.


-¿Hola? –preguntó la persona quién entró.

-¿Se le ofrece algo?

-Si, quería saber si tiene un libro que ando buscando disculpe, ¿dónde se encuentra?

-¡Aquí al fondo! –le respondió Mariana en voz alta, para que pudiera escucharla. Ella sintió los pasos de la persona acercándose pero no quitaba la vista de los libros que estaba acomodando. -¿Qué libro estaba buscando? –le preguntó sabiendo que la persona estaba justo  debajo de ella.

-Busco un libro llamado “Reflectores bajo el agua”. –Cuando Mariana escuchó ese nombre y la voz de la persona ya estando cerca de ella abrió sus ojos como platos y tambaleó de la escalera a tal punto de perder el equilibrio y caer, para su suerte, la persona que estaba debajo de ella pudo atraparla aunque casi cayó al suelo al hacerlo.

-¡Kendall! –Exclamó Mariana al ver quién la sujetaba era el mismísimo Kendall.

-Hola –le dijo él con una sonrisa, seguidamente la bajó de sus brazos. –Estás de suerte que soy bueno atrapando cosas, sino ambos estuviéramos mínimo fracturados.

-No soy una cosa –le respondió mientras arreglaba su ropa -¿Qué haces aquí?

-Pues vine a verte.

-¿A verme? –La chica se sonrojó y se puso un poco nerviosa al escuchar lo que Kendall recién le había dicho.

-Si, bueno… ¿Podemos hablar en otra parte?

-Falta una hora todavía para que pueda cerrar la librería –hizo una mueca a un costado de su boca.

-Okey, entonces –se sentó en el escritorio que estaba al lado de la recepción –yo espero.


Mariana no supo como actuar ante eso que había hecho Kendall, simplemente dejó que pasara el tiempo sentado en esa silla mientras ella seguía ordenando los libros nuevos que habían llegado. Pasó la hora para que Mariana cerrara el local y caminaron por las calles de California Heights, ya el sol comenzaba a ocultarse y la noche hizo presencia, ellos solo seguían caminando.


-Pensé que nunca volvería a verte –musitó ella.

-¿Porqué dices eso?

-Te fuiste sin despedirte y no supe más de ti en éste tiempo que ha pasado.

-¿Tenía que despedirme de ti? –Preguntó confundido. Ella sólo se encogió de hombros.


Se sentaron en el banco de un parque que estaba por los alrededores para poder hablar, ella frotó sus manos para propagar un poco de calor, ya que la noche estaba muy fría. Al percatarse de eso, Kendall se quitó su chaqueta de cuero y se la colocó a ella sobre su espalda.


-Gracias. Kendall, ¿qué querías hablar?

-¿Hablar? No, yo solo quería verte –ella se ruborizó. –No me preguntes porqué, simplemente  quería volver a verte. Es extraño pero, cuando estoy contigo siento que puedo ser yo mismo. -Él la miró y le dedicó una pequeña sonrisa, Mariana no podía ni hablar, estaba atónita por lo que Kendall le confesaba. -¿No vas a decir nada?

-Es que… Bueno yo… -suspiró e intentó hablar nuevamente- Eso que acabas de decir es muy bonito, gracias.

-Es que, es tan diferente cuando estoy con personas cercanas a mí a cuando estoy frente a la mira de los fotógrafos desquiciados, las cámaras, los entrevistadores… Tienes que aparentar ser algo que no eres y cuidarte de que no hagan algo mal porque pueden llegar a destruir tu carrera en segundos.

-¿Porqué eso último lo dijiste con desánimo? ¿Acaso hicieron eso contigo?

-¿No te has enterado de nada, uh? –Ella agitó su cabeza negando ante su pregunta –Bueno, ayer pasó algo muy desagradable en Los Ángeles, los paparazzi hicieron lo suyo y ya mi carrera va cuesta abajo.

-¿Qué sucedió? –Preguntó con curiosidad. Él tomó aire.

-Una chica realmente fastidiosa comenzó a perseguirme mientras caminaba de regreso a mi casa, mientras más me apresuraba ella más se acercaba. De un momento a otro la chica me alcanzó y comenzó a tocarme y hacerme preguntas desesperadamente, incluso intentó besarme a la fuerza, ¡era una maniática!

-¿Y tú que hiciste?

-La tomé del brazo con mucha brusquedad e intenté alejarla de mi, al parecer un paparazzi andaba cerca y tomó fotos cuando yo la forzaba a alejar a la chica de mí, al día siguiente, o sea hoy, salió por todas partes que yo quise abusar sexualmente de la chica rara esa.

-¡Oh por Dios!

-Si, y lo peor era que mi representante estaba por conseguirme un gran papel en una película de Steven Spielberg. Ahora con eso que publicaron todos los periódicos y revistas, todas las ofertas de personajes fueron canceladas por los directores y productores de las películas y series de televisión.

-Lo siento mucho –colocó su mano en el hombro de él.

-Por eso estoy aquí –susurró con la mirada clavada en el suelo. – Aunque te parezca extraño eres la única persona en quien puedo confiar Mariana.


Mariana lo observó detenidamente y se encontró con sus ojos hermosamente verdes, no sabía que decir ni cómo consolarlo pues no tenía idea de que podría sentir él en aquel momento, tan solo lo abrazó y le murmuró un “Lo siento tanto”. Pasaron unos minutos más y Mariana le sugirió que regresaran, pues ya se estaba haciendo tarde y Liam seguramente estaría preocupado.

Al estar en la puerta de su departamento, se despidió de Kendall y él continuó su camino al hotel donde estaba hospedado con un paso apresurado. Ahora a Mariana le tocaría soportar las preguntas de su primo Liam.


-¡Vaya, vaya! Hasta que llegas prima, ¿dónde estabas? Ya me estaba preocupando.

-Salí a dar una vuelta.

-¿Sola? –Ella asintió. –Que extraño, no te vi salir de aquí con esa chaqueta, de hecho, ni siquiera es tuya. Más te vale decirme la verdad.

-La dejaron en la librería y me la traje.

-Mariana –susurró Liam con autoridad –dime la verdad.


Ella profirió en voz baja y pensó en algún tipo de excusa pero no se le pudo ocurrir nada, tuvo que contarle la verdad a su primo.


-Estaba con Kendall.

-¿Qué? ¿Estás loca? ¡En las noticias salió que intentó violar a una de sus admiradoras Mariana!

-¡Eso es mentira! –Lo defendió.

-¡¿Y cómo estás segura de que no te está mintiendo para aprovecharse de ti?!

-¡Yo sé que no es así, él no es así!


La discusión se tornó más intensa, al punto que ambos se gritaban sin control. Quizás Liam estaba siendo muy exagerado, quizás Mariana estaba muy a la defensiva. -“¡Eres un idiota Liam!” Fue lo último que dijo la chica antes de subir hecha una furia y dar un fuerte golpe a la puerta de su cuarto al cerrarla.

Esa noche ni siquiera bajó a cenar y al día siguiente ignoró completamente a su primo.








Nota de la escritora: Por favor, si has leído éste capítulo, califícalo según tu criterio y comenta. Todos los derechos son reservados. S93N © 2012 .

25 de octubre de 2012

Untitle

Éste blog es prácticamente un diario abierto acerca de mi, hay cosas escritas que muchas personas no conocen de Stefania Notararigo... Bueno, muy poco publico de lo que sucede en mi vida cotidiana pero quiero compartir mis observaciones, observaciones que me hicieron sacar mis propias conclusiones de cómo es el mundo de los estudiantes.


Primero que nada está el grupo de amigos que, al principio están contigo a todo momento, te apoyan, te quieren y al final del día, son personas con doble personalidad, te sacan todas las cosas que han hecho por ti e incluso te cobran los favores que te han hecho y los que siempre quieren ser los mejores en todo. Son los competidores número 1 del grupo Best Friends Forever qué, comúnmente este grupo está conformado sólo por chicas, a simple vista se ve que se adoran, se apoyan, se quieren, se categorizan como "las más inteligentes" y después de que llevas semanas estudiando su comportamiento, te das cuenta que son un grupo de fieras que cada una tiene el objetivo de ser mejor que la otra y superar a las demás. Aquellas "amigas" que te dan supuestos consejos que son capaces de herirte, "consejos" con sentido de burla. Es muy común que entre éste grupo se encuentre la líder, sus fieles seguidoras, las poco intelectuales y las que detestan algunas cosas de su líder y perras falderas. La líder quiere hacerse la buena samaritana, la que ayuda a todo el mundo sin nada a cambio, es inteligente, bonita y es un poco religiosa pero en el fondo es sólo una presumida que quiere sentirse y hacer sentir  a los demás que ella es superior a todos, sus seguidoras sienten que "su líder" es su ejemplo a seguir e incluso la imitan, las poco intelectuales y las que detestan unas que otras cosas, son aquellas que se esfuerzan por conseguir lo que quieren pero odian que su "líder" las haga sentir inferior... Sin embargo, siguen en el grupo, son inseparables y piensan que TODOS les tienen envidia.

Si observas bien, te das cuenta de que están los tímidos, aquellos que no les gusta hablar e interactuar con nadie, los que son flojos para estudiar y los que intentan superarse. Nunca falta una chica que haya tenido "un pasado" y que haya sido fichada por los demás, siempre existen rumores acerca de ella, es mal juzgada pero no les importa que le pasa en su vida o qué le pasó, también está la ruda, la que no se queda callada y dice todo sin importar las consecuencias de sus palabras, ella es fuerte, valiente pero de vez en cuando los problemas acaban con su autoestima. Naturalmente es una gran amiga. Oh, pero no olviden a aquellos que quieren ser aceptados, hacen o se comportan como los demás para que sus compañeros los acepten.

También están los chicos, entre los más destacados está el vanidoso y fiestero, el que sabe mucho y el mentiroso que siempre tiene buenas excusas para salvarse de algún problema.

Por último están las personas de mi tipo (ojo, no es alarde ni arrogancia. Solo especificaciones). Generalmente son aquellas chicas que no les gusta ser presumidas y que prefieren quedarse calladas pero en algún momento explotan. Está llena de problemas pero continúa adelante, es típico que ésta clase de personas sufra de burlas y sea un blanco "chistoso" porque se muestran como son auténticamente, por lo general, no les importa lo que diga la gente acerca de ellos, sólo les importa hacer lo que les gusta.



El mundo del estudiante es muy complicado de entender, sin embargo me he tomado la molestia de observar dicho comportamiento en mi universidad en general. En cada aula de clases existen estas tribus (por así llamarles). Aclaro, que no hablo de personas específicas, hablo en general. Si alguien se siente ofendido o le duela lo que le dije posiblemente sea porque haya comido ají.  "El que se pica, es porque ají come".



Muchos cariños y bendiciones:
-Stefania Notararigo.

15 de octubre de 2012

DON’T YOU KNOW ME?: Capítulo 3


03


La nostalgia siempre se apoderaba de Mariana, las ganas de volver a estudiar la invadían cada vez que llegaba un estudiante a su librería preguntando o comprando un libro para su clase, pero no podía hacer nada, debía trabajar para que su madre pudiera ir a las terapias que necesitaba para poder recuperar la movilidad en sus piernas. Chanel también trabajaba pero a veces no era suficiente para cubrir todos los gastos, incluyendo los del hogar, por suerte para Mariana, Liam le aportaba dinero para la comida y los artículos necesarios para ambos poder vivir a gusto en su departamento.


Fue un día largo en la librería, hubo muy pocas ventas y cada vez que eso sucedía Mariana subía desanimada a su departamento. Ya le tocaba llevar a su madre a San Diego para hacer su terapia mensual en las piernas.



-Ánimos prima, quita esa carita –le animó su primo al sentarse en la mesa de la cocina a cenar.

-Ay Liam, es que nos hace falta 350 dólares para poder completar el dinero de la terapia –dijo con la mirada triste y preocupada.

-Yo te los puedo prestar.

-No, tu tienes tus propios gastos, no quiero que tengas más gastos y por mi culpa.

-Por eso no te preocupes, es más ni si quiera te los voy a prestar, te voy a dar ese dinero.

-¿Qué? Ni se te ocurra –se opuso ante la propuesta de su primo.

-Mariana –tomó una de sus manos –no seas orgullosa, acéptalo por mi tía, no por ti.


Mariana suspiró.


-Está bien primo, gracias.


Liam se levantó de la mesa y se dirigió hasta donde estaba su prima para darle un abrazo. Ella tan solo se acurrucó en los brazos de su primo.
Muy temprano a la mañana siguiente, el olor a café invadió la habitación de Mariana, frunció el ceño aún con los ojos cerrados y se estiró un poco antes de levantarse. Con el cabello despeinado y una cara de trasnocho bajó las escaleras hasta la planta baja y se encontró con su primo preparando el desayuno, siempre era ella quien tenía todo preparado para su primo pero los sábados él era quien le preparaba el desayuno.


-¿Acaso nunca encuentras pantalones por la mañana? –Le preguntó a su primo quien estaba en la cocina solo en calzones.

-¿Que te puedo decir? Soy Liam, soy repugnante –agregó con un tono de burla y sarcasmo. Mariana solo agitó la cabeza y rió.


Ella se sentó en la barra de la cocina y Liam le sirvió un plato con huevos y tocino acompañados de un pedazo de pan tostado, colocó otro con lo mismo para él y dos jugos de naranja, se sentó también y desayunaron juntos.


-Si no te apresuras se te hará tarde primita.

-Lo sé, casi son las 9:00AM. Voy a ducharme.

-Deberías  dejar de trabajar los sábados.

-No Liam, sabes que necesito el dinero – Se levantó bruscamente de la barra de la cocina y subió con rapidez a ducharse mientras Liam arreglaba y limpiaba la cocina. Momentáneamente sonó el timbre.

-¡Liam abre! Seguro es Chanel, viene a traer unos papeles –gritó Mariana desde el cuarto de baño.


El chico castaño secó sus manos, que estaban metidas en el fregadero, y se dirigió a la puerta, al abrirla se encontró con alguien que no era precisamente la hermana de Mariana. Él sujeto miró de pies a cabeza a Liam con disgusto, lo que hizo darse cuenta que seguía en calzones.


-¿Interrumpo algo? –Preguntó el sujeto.

-No, ¿deseabas algo? –Le cuestionó Liam con seriedad. Instantáneamente Mariana se incorporó en bata de baño a recibir a quien pensaba ella quién era, su hermana.

-¿Liam, quién era? –Se detuvo al ver que no era Chanel. –Tú, ¿Qué haces aquí?


Mariana estaba bastante sorprendida con la visita tan inesperada de Kendall, había pasado más de un mes desde la vez que lo conoció, ella pensaba que más nunca lo volvería a ver.


-Creo que mejor me largo –acotó el rubio sin más que hablar.

-¡Kendall, espera!


Intentó detener a Kendall pero su primo la detuvo a ella, haciendo que entrara al departamento nuevamente. Ella profirió en voz baja y se preguntaba a sí misma qué era lo que Kendall quería, ¿por qué la estaba buscando? Estaba por dirigirse a vestirse para ir a la librería hasta que Liam la observó con asombro.


-¿Qué sucede bobo?

-¿Tú…? ¿Lo llamaste Kendall?

-Sí.

-Espera un momento, ¿Kendall Schmidt?


Ella lo observó atónita, por un momento había olvidado que su primo conocía a ese actor y, que fue capaz de reconocerlo. Mariana asintió ante la pregunta de su primo.


-¡¿Qué?! ¿Cómo es que lo conoces? ¿Cómo sabe que vives aquí? ¡¿De qué me perdí?!


No dejó que su prima pudiera escabullirse de sus cuestionamientos,  él necesitaba las respuestas a todas esas preguntas que le formuló a su prima.


-Es largo de explicar y ya casi es hora de abrir la librería.

-¡No! Me explicas ya mismo que sucedió –le reclamó algo frustrado por saber que era lo que estaba sucediendo.

-Bien, fue a la librería a comprar un libro, no lo consiguió. Se marchó, fui a comprar un café y me tropecé de nuevo con él tumbando mi café en su camiseta. Lo hice subir, le lavé su camiseta y se la regresé, luego se marchó y no supe más de él hasta que apareció hoy aquí y no sé que demonios quería, ¿feliz?


Lo dijo lo más rápido que pudo para poder ir a terminar de arreglarse, Liam tan solo quedó boquiabierto. Para él, le parecía tan increíble lo que acababa de escuchar. Por su parte Mariana pasó el resto del día pensando porqué Kendall había ido hasta su casa.




Nota de la escritora: Por favor, si has leído éste capítulo, califícalo según tu criterio y comenta. Todos los derechos son reservados. S93N © 2012 .

Diario de una mujer embarazada (Sólo para rushers):

No dejaba de acariciar mi barriga, mi niña estaba muy juguetona y no dejaba de patearme, aproveché su inquietud para decirle algunas cosas...

Agosto: "Ya falta 1 semana para tu nacimiento mi pequeña Carla, estoy tan contenta pero a la vez tan asustada. Quiero que seas una chica muy fuerte, decidida, que seas luchadora y que alcances todas las metas que traces en tu vida.¿Sabes mi pequeña? Cuando seas mayorcita espero que te suceda lo mismo que me sucedió a mi, que conocí a cuatro ángeles que Dios me envió para cambiar mi vida, gracias a ellos pude hacer de mis días tristes los más bonitos de mi vida... Ellos eran mi banda favorita, yo tenía como 17 años cuando los conocí. ¿Sabes como los recordé? -Mi niña comenzó a moverse- Estaba buscando una pulsera que era de mi madre cuando era una bebé para colocarla en tu manito el día que nacieras, y encontré dos de los discos de mis cantantes preferidos. Hasta lloré mi pequeña, recuerdo la vez que pude abrazarlos y decirles que los amaba cuando dieron un concierto en mi país, fue el día más feliz de mi vida.

Ahora que te tengo aquí puedo decir que, seré aún más feliz cuando te tenga en mis brazos, cuando crezcas con tus ilusiones de niña y cuando tengas la edad en que yo conocí a esos cantantes, enseñarte los discos, las fotos y todas las cosas que aún tengo guardados secretamente, nunca pude deshacerme de esos objetos que eran tan preciados para mi..."


-17 años después-

Hoy, 15 de agosto, mi mujercita está cumpliendo sus 17 años, y como se lo prometí cuando aún la tenía en mi barriga, le enseñaría todas mis cosas de mis cantantes favoritos. Después de terminar la reunión familiar festejando su cumpleaños, subí a la habitación y saqué un baúl lleno de polvo. Fui a la habitación de mi niña y se lo entregué, ella muy confundida lo aceptó e insistí que lo abriera.

-Guao mamá, discos, fotos, ¡mira, un autógrafo! ¿Que es ésto?

-Cuando yo tenía tu edad, ésta edad, conocí a esos 4 cantantes, mis cantantes favoritos.

-¿Big Time Rush?

-Si. ¿Y recuerdas porqué ayer estaba llorando? -Mi niña había entrado a mi habitación y me consiguió llorando, le dije que era porque me sentía enferma y me creyó. -Bueno, te mentí, estaba llorando porque estaba mirando las noticias y uno de ellos murió.

Mi niña me consoló mientras seguía llorando, para mi, todo seguía siendo doloroso. Mientras ella crecía, se interesaba más por ellos, llegamos al punto de pelearnos porque ella se robaba mis discos para escucharlos, eso a mi no me gustaba porque no quería que se dañaran al reproducirlos tanto.

Mucho tiempo después, mi niña se casó y se fue de casa. Ahora solo habíamos quedado mi esposo y yo. Poco tiempo después nos enteramos de que estaba embarazada pero ¡de trillizos! Fue impactante para todos. Unos días antes de que mis nietos nacieran fui a visitar a mi niña bella, acariciaba su enorme barriga y comenzó a cantarle una canción a sus bebés. Una canción de mi banda favorita, que se había convertido en su banda favorita.




-30 años después-

Estaba meciéndome en mi silla pensando en todo lo que había sido mi vida éstos 72 años de vida. Mi cuerpo cada día se sentía más agotado, mi enfermedad cada vez consumía mi vida y sentía que ya no me quedaba mucho tiempo en éste lugar, ya era hora de partir. Fue doloroso vivir la muerte accidental de otros dos de mis ídolos, el único que quedaba, murió años después de una grave enfermedad. Mis 3 hermosos nietos ya eran unos jovencitos, mis dos varones y una niña. Aún recuerdo el día que llegué al hospital a conocer a mis nietos, fue un 2 de Noviembre, mi hija me sorprendió gratamente cuando me dijo el nombre de mis preciosos tesoros, Kendall, Carlos y la niña tenía mi nombre. No pude contenerme y lloré de tanta felicidad, mi hija sabía que eso me haría muy feliz y lo fue.

Me levanté de mi silla y fui a mi habitación, con el recuerdo en mente busqué una foto que estaba autografiada por mi banda favorita y la llevé a mi pecho para abrazarla, las lágrimas humedecieron mis agrietadas mejillas, cerré mis ojos y susurré muy silenciosamente "Nos vemos en el cielo, mis grandes amores."

Después de eso, más nunca pude abrir mis ojos nuevamente, tan solo necesitaba abrazar esa foto para poder morir feliz.



-Stefania Notararigo.

3 de octubre de 2012

DON’T YOU KNOW ME?: Capítulo 2


02

Varios días habían pasado luego de que Mariana se tropezara con el actor de mala conducta y de lindos ojos; Kendall. Estaba dedicándose a hacer el inventario del mes y al evaluar que cantidad de libros tenía, uno en lo más profundo de la repisa que estaba al fondo del lugar llamó su atención, ella no tenía idea de que estuviese un libro en ese lugar.

Extendió su mano y lo sacó, toda la cubierta estaba llena de polvo al punto de que no se divisaba ni la portada del mismo. Lo sacudió y pasó su mano por la cubierta para quitar el polvo y al ver el título recordó al sujeto rubio “Reflectores bajo el agua”. Quería comunicarse con Kendall, la idea de haber encontrado un ejemplar la emocionó pero, ¿cómo contactarlo? No tenía su número telefónico ni una dirección, no sabía nada de él. Solo su nombre.

Mariana recordó que  podría encontrarlo en la guía telefónica, allí buscaría su nombre y tal vez conseguiría su número de teléfono o su dirección, pero no fue así. Kendall tenía bloqueado todo tipo de acceso a su información personal, como era de esperarse de todo famoso. ¿Ahora qué? Era probable de que él no regresara a la librería ni mucho menos a Long Beach, estaba solo para filmar una película y como fue despedido seguro ya estaba de vuelta a su ciudad, posiblemente Los Ángeles, ya que Hollywood era el hogar de las personas famosas. Sin embargo, la chica guardó el ejemplar del libro en una repisa cercana, donde pudiera tenerlo al alcance. En el transcurso del día decidió investigar un poco del chico; alguna película o aparición en la televisión.

Al colocar en el buscador Google “Kendall Schmidt” se encontró con el nombre de una película taquillera donde él era protagonista, “Pasiones pasajeras”.  Salió temprano de la librería y pasó por una tienda de música donde también alquilaban películas. Buscó y buscó hasta encontrar la película con el nombre que había encontrado en el internet y se lo llevó a casa, le daba mucha curiosidad saber más acerca de Kendall, de cómo actuaba.


-Hola primita, ¿cómo te fue hoy? –Le preguntó su primo al llegar a casa, ella no respondió. -¿Mariana?, ¡Mari!

-Disculpa, ¿qué? –Liam rió.

-Estas embobada con la televisión, ¿qué estás viendo?

-Una película. –Liam arqueó una ceja al ver cómo su prima estaba tan entretenida mirando aquella película. Dejó su bolso a un lado y se sentó con ella a ver de qué película se trataba.

-Esa película es muy buena –acotó su primo al reconocer la película.

-¿Ya la habías visto?

-Si, hace tiempo cuando se estrenó en el cine, ¿de cuando acá te gusta ver películas?

-Me dio curiosidad ver de qué se trataba.

-Ese chico es asombroso, fue uno de los actores más cotizados del momento.

-¿Fue? –Preguntó Mariana con interés.

-Si, pero desapareció de la pantalla así, como si nada. Se rumoraba que iba a tener un regreso triunfal con una película que se está grabando pero no creo que sea verdad.

-¡Oh!


No pudo decir más nada que esa expresión, entre lo que su primo Liam le contaba y la película estaba anonada. Estaba fascinada por cómo ese chico era capaz de entregarse tanto a la actuación, hasta su piel se erizaba al ver cómo en la película Kendall penetraba la mirada en su co-estrella. Hasta se podían chasquear los dedos delante de ella pero era casi imposible que obtuviera una atención a algo que no fuera esa película, o mejor dicho, a Kendall.





Nota de la escritora: Por favor, si has leído éste capítulo, califícalo según tu criterio y comenta. Todos los derechos son reservados. S93N © 2012 .