No hay nada peor que estar en una fiesta con tus compañeros de clases después de un estresante semestre de clases, estás disfrutando y riéndote un rato. Después de 19 años de vida sigues siendo sometido bajo el poder de tus padres, una especie de dictadura. Apenas faltaban dos horas y tanto para media noche, y tu madre se pone estúpidamente histérica porque no has llegado a casa y manda a tu hermano mayor a buscarte. Intentas tomar todo con calma pero con mucho coraje ni siquiera le dirigiste la palabra a nadie. Al apagar todas las luces de la casa, cuando ya todos dormían, abres la puerta del refrigerador y te sientas en el suelo frente a él, sólo te iluminaba la luz del refrigerador inundado en un silencio total. Tomas un par de salchichas y una gaseosa, comes eso con lágrimas derramadas en tus mejillas del coraje y la rabias que sientes por lo que hizo tu mamá. El tanto coraje es porque sólo tienes derecho a desvelarte para estudiar y a salir sólo para hacer trabajos y tareas de la universidad. No tienes derecho a salir un rato a divertirte con tus amigos porque ya que tu madre tampoco pudo hacer eso quiere que tu tampoco puedas disfrutar un poco. Simplemente injusto...
Eso y muchas cosas más me han pasado en el transcurso de mi vida. Cosas que he tenido que soportar, no sólo recibí Bullying de mis compañeros en secundaria sino que indirectamente sigo recibiéndolo, peor, por parte de mi familia. Y que tu madre no tenga confianza en ti, es lo más doloroso que puedes vivir, te parte el alma entera.
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