20 de septiembre de 2014

La lluvia y la ausencia de una taza de té



Una mañana, recuerdo que lluviosa, me asomé a la calle y vi las gotas de lluvia caer. En ese instante me di cuenta que me hacía falta una taza humeante de té negro con un poco de miel y limón en una mano, y a mi lado me hacías falta tú. También me di cuenta que había dejado muchas cosas atrás, incluyendo los malos recuerdos de mi pasado y algo me acogió, una sonrisa se dibujó en mi rostro y respiré un alivio total, estaba sanada de mis demonios oscuros y eso fue gracias a ti.


Me enseñaste a quemar los recuerdos que me aturdían y que no debía preocuparme por un futuro que aún no llegaba, mejor era vivir con el día a día y disfrutar de las pequeñas cosas que Dios nos brinda.

Entonces, mientras pensaba en todo eso, de mi cuenta de algo y era que tú me habías cambiado la vida. Yo debía ser tu regalo pero mi regalo fuiste tú, contigo solo me importa el presente y presto atención solo a lo que tu mirada dice. Y por todo esto, decidí hacerte saber eso, que contigo me siento hermosa, amada y libre de inseguridades, que contigo me siento viva y llena de una oleada de sensaciones nuevas.

Y es que, mientras miraba la lluvia golpear el pavimento recordé que no importa que tan corto sea el camino porque quién pisa fuerte deja huellas, y tú, dejaste una huella en mí.


Dedicado a alguien que sabe que se lo dedico especialmente, aunque no se lo haya dicho...

14 de enero de 2014

Dedicado a un amor imposible...

Él apareció, de la nada. Llegó en uno de los más desesperantes momentos de mi vida, en un momento que ni siquiera tenía planificado conocer a un chico, a alguien como él.

Era alto, pero no tan larguirucho. Su tez era blanca y hermosa, su cabello era castaño oscuro moldeado con gel de cabello haciendo que cada hebra quedara perfectamente levantada. En lo primero que me fijé fue en sus ojos, eran almendrados y no estaba segura si eran color miel o castaño claro, quizás una combinación de ambos. No estaba segura de eso, pero lo que podía asegurar es que sus ojos eran los más deleitantes que haya podido ver, destellaban un brillo único, un brillo de satisfacción, seguridad y masculinidad. 

Sus labios eran delgados y moldeados, de un color rosa pálido. Al articular alguna palabra podías sentir la invitación para besarlos. Eran provocativos, y sí, quería besarlos. De ellos apareció una sonrisa repentina, una delicada y cuidadosa sonrisa, y aunque no fuera para mí, mi cuerpo se estremeció. 

¿Puedes volver a sonreír? ¿Por favor?

Su mirada cayó en la mía, tan ardiente como el ardor que estaba sintiendo en mis mejillas. Fue en ese momento que me di cuenta de lo tanto que se había metido bajo mi piel. Cada encuentro de sus ojos y los míos enviaba una electricidad a través de todo mi cuerpo, y estaba lo suficientemente segura de que él lo notó. Él sabía todo el efecto que estaba causando en mí. 

Sacudí la cabeza tratando de ordenar mis pensamientos. Okey, era atractivo, pero no era el momento para pensar en esa clase de cosas. Definitivamente no era el momento de pensar en cualquier otra cosa, aunque esa cosa fuera su mirada. No podía sacarlo de mis pensamientos, y tampoco quería hacerlo. 

Dedicado a mi mejor amigo

Más que un hilo rojo, los une algo más fuerte. Algo que tampoco se rompe y que al igual que el hilo, es invisible. Los separa la distancia, el olvido y todas aquellas promesas que no se cumplieron. Pero, más allá de todo; del tiempo, de la distancia, de cada "te extraño" que sale de sus poros, de cada "te necesito" que pasa por sus mentes cuando se recuerdan, los une un sentimiento. 


No es un sentimiento cualquiera, es un sentimiento de protección, respeto, sonrisas, de amor... Es un sentimiento que une a dos almas por algo incomprensible, destinados a estar envueltos, enlazados.

Todas esas llamadas sin hacer, esos mensajes sin escribir, esos "te extraño" sin pronunciar, serán recompensados, porque sus vidas no acabarán hasta que vuelvan a encontrarse, porque está destinado a ser, están destinados a encontrarse de nuevo, y nada será como antes, todo será mucho mejor.

Ese, es un lazo conocido como la verdadera amistad. Algo tan valioso y genuino que no todos pueden gozar, pero que algunos tenemos la fortuna de disfrutar. Y aunque sea una sola que encuentres, eso bastará.


Para ti, A.C.