26 de noviembre de 2012

DON’T YOU KNOW ME?: Capítulo 5


05


En  semanas Liam y Mariana seguían discutiendo, cada vez que se veían se gritaban. Liam llegó a prohibirle a su prima volver a encontrarse con Kendall, él pensaba que Mariana le estaba cumpliendo pero no era así. Lo que su primo no sabía era que ella sí se estaba viendo con Kendall, se encontraban en lugares pocos visitados, hasta fuera de Long Beach habían escapado.


-“Oh Mathew, mi corazón no puede soportar tanto dolor, mis ojos llorarán al presenciar tu partida. Por favor amado mío, no me dejes en ésta noche, llena de desasosiego”.


Hablaba Mariana con una voz sobreactuaba, tomándole la mano a Kendall y con la otra sostenía un libreto. Desde hacía ya una semana Mariana cerraba la librería a las 4 de la tarde y se iba al hotel donde estaba hospedado Kendall, cuando no se iban a otro lado, y regresaba a su departamento justo  a las 6 de la tarde par a que Liam no pudiera sospechar nada. Éstos se ponían a conversar y jugar videojuegos hasta que Mariana un día encontró un par de sus libretos en una caja. Desde entonces, se pasaban la tarde haciendo personajes.


-“Pero, amada mía debo marcharme, debo luchar por la libertad de nuestro país. No podemos permitir que Irak de apodere de nuestros frutos, nuestros logros y de nuestra independencia. Prometo que siempre te escribiré y el día que no lo haga, ese día habré muerto luchando por mi patria”.

Agregó Kendall actuando como un soldado a punto de abandonar a su esposa. Él habló manteniendo su pecho en alto y su mirada en Mariana. Miraba con sus penetrantes ojos a la chica, quién se estremecía por dentro y se mantenía calmada por fuera. Ambos se rieron cuando Mariana se equivocó en una línea y se dejaron caer al sofá de la habitación residencial de Kendall. Suspiraron.

-Es divertido hacer esto contigo Kendall –le confesó la chica.

-Yo nunca pensé que actuar sería divertido, tú haces que sea divertido.

-Me hubiera gustado verte protagonizar esta película –murmuró.

-Yo también –el chico volvió a suspirar –espero que Spielberg reconsidere la oferta. ¡Maldigo la hora en que me encontré con esa loca!

-Ya no sigas diciendo eso. Ya no más, sabes que no me gusta verte así.


Lo miró con una especie de tristeza y ternura al mismo tiempo. Luego, reposó su cabeza en el hombro del chico y lo abrazó, él no tardó en responderle el abrazo pasando su brazo por la cintura de la chica.


-Cada día que paso contigo puedo asegurar que  eres la chica más dulce de éste mundo. Mariana, quiero confesarte algo –profirió mientras acariciaba su cabello – Tú…, tu me gustas. 

-Al decir eso, con valentía, esperaba que ella pudiera responderle pero pasaban los segundos y ella seguía callada. -¿Mariana? ¿Acaso no dirás nada?


Al girar su vista se dio cuenta que Mariana se había quedado dormida en sus brazos. Éste simplemente rió por lo bajo y besó su cabeza. Se mantuvo allí junto a ella durante un largo rato. De alguna manera estaba disfrutando estar con ella.


Y así pasó la noche, Kendall no se movía porque no quería despertarla. De alguna manera, se sentía a gusto y tranquilo al ver el rostro de Mariana tan inocente, irradiando dulzura. 


Mariana sentía los ojos pesados, quería abrirlos pero le era difícil, tomó aire, se dio vuelta y comenzó a abrir los ojos. Lenta y constantemente al parpadear iba apareciendo ante ella el rostro dormido de Kendall, ella sonrió sin aún percatarse de que ya había amanecido y mucho menos de que Kendall la había llevado en brazos la noche anterior hasta su cama.


No dejaba de mirar a Kendall pero cuando éste comenzó a despertar y mirar a la chica a los ojos, instantáneamente Mariana sintió un revoloteo en su estómago.


-Buenos días Mari –susurró Kendall con su voz adormilada. En ese momento, al Mariana escuchar “Buenos días” abrió sus ojos como platos al darse cuenta de había pasado la noche con Kendall, es decir, no llegó a dormir a su casa. ¡Liam iba a matarla! Se levantó exaltada de la cama.

-¡Oh Dios, oh Dios, oh Dios! –Repitió constantemente –Kendall, Kendall, Kendall. ¿Por qué no me despertaste, cómo pude quedarme dormida? Liam se va a dar cuenta de que no llegué a dormir. –Dijo con desespero y preocupación.

-¿Liam? ¿Quién es Liam, es el mismo que salió esa mañana a abrirme la puerta desnudo?

-¡Sí! –Exclamó ella mientras se levantaba de la cama y se arreglaba para irse.

-¿Y qué sucede con él? –Preguntó nuevamente acerca del primo de la chica.

-Kendall, ¿no entiendes? No llegué a dormir, tengo que ver que excusa le doy para que no se enoje –recogió su pequeña bolsa y abrió la puerta de la habitación de Kendall.

-Mariana, ¡espera! -La detuvo antes de que ella saliera.

-Lo siento, debo irme ahora.


Le besó fugazmente la mejilla y se fue, Kendall observó como la chica se alejaba por el pasillo y suspiró. Cerró la puerta y se lanzó en la cama soltando un bufido. No podía dejar de pensar quién era Liam. Nunca se lo preguntó a Mariana y ahora la duda lo estaba matando.
¿Su novio? ¿Qué eran? Eso pensaba el chico rubio, su mente maquinaba sin saber que aquel muchacho castaño era el primo de Mariana.


Para su suerte, Mariana se las ingenió para decirle a su  primo que estaba haciendo un inventario en la librería y se quedó dormida sin darse cuenta. Al parecer él le creyó, pues no le reclamó nada. Se duchó rápidamente y cuando estaba a punto de irse algo llamó su atención haciendo que su corazón se llenara de nostalgia, Liam estaba sentado en la barra de la cocina dándole vueltas al tenedor mientras jugaba con su desayuno, la mirada baja y llena de tristeza.


-Primo  -agregó la chica con un tono desanimado al mismo tiempo en que se incorporaba a la mesa -¿Qué tienes? –Él se mantuvo en silencio. –Por favor, habla conmigo. Sé que no hemos actuado de la mejor manera pero no quiero verte así, sabes que más que un primo eres mi hermano y te quiero –ella lo tomó de la mano.


Liam levantó la mirada hasta encontrarse con la de su prima, sus ojos estaban llenos de lágrimas.


-Lo siento Mariana. –Al decir eso, su prima no aguantó más y se acercó para abrazarlo, él le correspondió el abrazo.

-No quiero pelear contigo, eres demasiado valioso como para perderte por una tontería Liam.

Esa mañana Mariana no trabajó, pues su primo había terminado la relación que tenía con su novia y estaba desolado. La chica decidió dejarlo por otro hombre más “adinerado y atractivo”.


Nota de la escritora: Por favor, si has leído éste capítulo, califícalo según tu criterio y comenta. Todos los derechos son reservados. S93N © 2012 .


Hola visitantes de mi blog, 
quería pedirles disculpas a quienes leen la novela que actualmente estoy subiendo, ya que tenía tiempo sin actualizar un nuevo capítulo.
Cursar la universidad en los últimos semestres de mi carrera me han dado mucho de que ocuparme, haciendo que olvidara por completo este lugar.


Pronto saldré de vacaciones así que actualizaré más seguido.
Disfruten su visita y no olviden manifestar su presencia
porque sinceramente siento que las visitas la hacen fantasmas
jkasjklasjkl c(:


Besos.